domingo, 13 de enero de 2019

A MEDIDA


A medida que el tiempo
va marcando mi rostro,
que en mis ojos no estalla
esa luz juvenil,
me asomo a la ventana
de aquellas bellas cosas
que me tocó vivir.
Y es el tiempo que presto
me regala la fuente
donde se vierte el agua
de la felicidad.
Soy mujer y me siento
con corazón radiante
preparándose a amar.
Sobre todas las cosas
tengo libre las alas
más no las he de usar,
cuando llegue el momento
quizás vuele muy rauda,
hacia hermoso lugar.
donde habrá de esperarme
ese amor que soñado
no he podido lograr.
Y le canto a la vida
aunque sufra mil cosas
porque si no me iría
al abismo sin fin.
Entonces me prometo
volverme mariposa,
o quizás golondrina
o tenue colibrí,
así seguramente
mitigaré dolores
y entre cerco de rosas
también floreceré.