domingo, 22 de noviembre de 2020

PEQUEÑA MÍA


 

Naciste como capullo de una rosa perfumada
ternura plena y perfecta que se calaba en mi alma.


Soñé contigo mil veces, siempre quise fueras niña
y llegaste una mañana de un noviembre bendecido.


Hace tres años que  estás junto a mi por muchas horas
abuela y nieta , las dos , que ya casi somos una.


Aunque me pese en el cuerpo , jamás me pesa en mi  ser
eres luz para mis ojos, eres ráfaga de brisa, sol, agua y  amanecer.


Por eso es , pequeña mía, que Dios quiso que vinieras
para alegrarle la vida a quien te adora de veras.