lunes, 28 de mayo de 2018

EVOCO

 Te evoco  en esta tarde en que la lluvia
 me invita a recordar aquella otra,
 que al  fin podamos encontrarnos
en este andén mojado y solitario.
Recuerdo que una tarde parecida
después  de aquel encuentro no  buscado
ente los dos surgió como la lluvia
un diálogo feliz y mesurado.
Así llegó la noche y entre truenos
el tren se me pasó sin darnos cuenta
empañados los vidrios del bar de la estación
la luz escasa, la soledad de dos
manos que tocan , acariciando todo
sin pensarlo.
Fue una  noche de amor, sin duda alguna
mientras la lluvia nos acompañaba
prometí no partir al día siguiente
mientras corrían los besos más deseados.
Más cuando despertaste, ya no estaba
ni una carta dejé, escapé sin pensar
dejando al hombre que más había yo  amado.
Regresé a esa estación años más tarde
me fijé entre las mesas, ya no estabas,
no pregunté por ti, de que servía
el tiempo había pasado.
Nunca te volví  a ver, ni  supe nada
Hoy quise regresar, más nada había,
una triste estación abandonada
el bar aquel que envolvió nuestros sueños
con sus puertas cerradas.
deambulé por el pueblo y entre llanto
grité tu amado nombre no olvidado
te dejé por temor, a que dijeras
que eso solo había sido, una noche
de amor ...y me olvidaras.

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